Hepatitis A (hepatitis infecciosa)

¿Qué es la hepatitis A?

La hepatitis A es una enfermedad muy contagiosa que ataca el hígado. Es el tipo de hepatitis más común que se ha registrado en EE. UU.

¿Quiénes contraen la hepatitis A?

Cualquiera puede contraerla, pero determinadas personas conforman grupos de mayor riesgo; estos grupos están formados por

  • los niños y adultos que viven en zonas con altos índices de hepatitis (algunos estados del oeste del país);
  • las personas que viajan a países donde la hepatitis A es común (América Central y América del Sur, áfrica, el Medio Oriente, Asia y la costa oeste del Pacífico);
  • los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres;
  • los drogadictos que usan drogas inyectables y no inyectables;
  • los compañeros sexuales de las personas infectadas;
  • los contactos domésticos de las personas infectadas.

¿Cómo se contagia este virus?

En general, se transmite de persona a persona al ponerse en la boca un objeto contaminado con las heces de la persona infectada con el virus de la hepatitis A. Esta forma de transmisión se denomina vía "feco-oral". Es por esta razón que el virus se transmite con más facilidad en las regiones donde las condiciones sanitarias son pobres o donde no se siguen pautas apropiadas de higiene personal.

La mayoría de los casos de infección en EE. UU. provienen del contacto con un compañero doméstico o sexual con hepatitis A. El virus también se puede transmitir al consumir comida o bebida que fue manipulada por una persona infectada. Los brotes de la enfermedad propagada por el agua no son frecuentes y, en general, se relacionan con aguas servidas contaminadas o con agua tratada de forma inadecuada. El virus no se transmite por contacto casual en la oficina, la fábrica o la escuela.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis A?

Los síntomas pueden ser aparición súbita de fiebre, malestar, inapetencia, náuseas, dolor de estómago, orina oscura e ictericia (coloración amarilla de la piel y la parte blanca del ojo). La enfermedad rara vez es fatal y la mayoría de las personas se recupera en pocas semanas, sin complicaciones. Los signos y síntomas de enfermedad son más frecuentes en adultos que en niños. Los bebés y niños pequeños generalmente tienen síntomas muy leves, y tienen menor probabilidad de contraer ictericia que los niños mayores y los adultos. No todas las personas infectadas tienen todos los síntomas.

¿Cuándo aparecen los síntomas?

En general, aparecen dentro de los 28 días después de la exposición, y el promedio va de 15 a 50 días.

¿Cuánto dura el período de contagio?

El período de contagio comienza alrededor de una semana o dos antes de la aparición de los síntomas y es mínimo durante la semana siguiente al comienzo de la ictericia.

¿La infección por el virus de la hepatitis A crea inmunidad?

Después de recuperarse de la hepatitis A, la persona no se reinfecta. Queda inmunizada de por vida y ya no es portadora del virus.

¿Cuál es el tratamiento para la hepatitis A?

No hay medicamentos o antibióticos especiales para el tratamiento una vez que aparecen los síntomas. Generalmente, todo lo que se necesita es reposo en cama.

¿Cómo se puede prevenir la hepatitis A?

La vacuna contra la hepatitis A es la mejor protección a largo plazo. Para evitar la transmisión de persona a persona, es necesario lavarse muy bien las manos después de ir al baño y de cambiar pañales, y antes de preparar o ingerir alimentos; es la única forma eficaz de prevención. Cuando haya contacto cercano con una persona infectada, se recomienda la aplicación de vacunas de inmunoglobulina para reducir al máximo el riesgo de contraer la enfermedad.

¿Quiénes deben ser vacunados contra la hepatitis A?

La vacuna contra la hepatitis A se recomienda para los siguientes grupos de personas a partir de los dos años:

  • las personas que viajan a países con altos índices de hepatitis A;
  • los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres;
  • los drogadictos que usan drogas inyectables y no inyectables;
  • las personas con trastornos de factor de coagulación (p. ej., hemofilia);
  • las personas con hepatopatía crónica (hepatitis B crónica o hepatitis C crónica);
  • las personas que viven en países con altos índices de hepatitis A.

La vacuna contra la hepatitis A también se puede usar en determinadas circunstancias de transmisión viral continua. Aunque los estudios de determinados grupos ocupacionales (p. ej., los trabajadores del área de servicios alimentarios, de salud, de guarderías infantiles, de servicios de aguas residuales) no hayan indicado aumentos del riesgo, estas personas deben considerar la posibilidad de vacunarse para reducir aún más el riesgo, o si están en comunidades donde hay brotes continuamente. En algunos estados del oeste, donde los índices de hepatitis A son, en general, más altos que en otras partes de EE. UU., se recomienda la vacuna como rutina para todos los niños.

Revisado: mayo de 2005